La halitosis o mal aliento es un problema que afecta a más del 20% de la población en algún momento y es motivo de consulta frecuente ya que puede tener repercusiones sociales para el paciente.
Normalmente se relaciona con una higiene oral deficiente o con enfermedades de la boca, pero hay que tener en cuenta que puede ser una manifestación de alguna otra patología.
La causa del mal olor son siempre los productos de degradación del metabolismo de un determinado tipo de bacterias.
Según el origen, hay dos tipos de halitosis:
- Halitosis oral, que proviene de la propia cavidad oral y se debe principalmente a la acumulación de placa bacteriana en la lengua. Aunque también puede estar causada por problemas periodontales, caries, tabaco…
- Halitosis extraoral, causada por trastornos sistémicos
respiratorios, digestivos y enfermedades hepáticas o renales.
La halitosis puede producirse tanto por causas patológicas como por causas no patológicas puntuales.
Las causas no patológicas a menudo se relacionan con la disminución del flujo de saliva, ya sea durante la noche, por la edad o por determinados medicamentos. Al disminuir el flujo de saliva aumenta la cantidad de bacterias productoras del mal aliento. Otras causas no patológicas pueden ser prótesis que acumulen restos de comida, consumo de tabaco, alcohol y determinados alimentos o periodos de ayuno.
Las causas patológicas orales pueden ser úlceras e infecciones víricas, bacterianas y fúngicas de la boca y la laringe y más frecuentemente una higiene oral deficiente, y sus consecuencias, como la enfermedad periodontal y las caries. Además también es frecuente en los pacientes tratados con radioterapia y quimioterapia.
Las causas de la halitosis extraoral podrían ser: nasales (sinusitis), enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, diabetes mal controlada, infección renal, disfunción hepática, Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, etc.
Además puede ser un indicador de estrés, ansiedad o depresión.
Por eso, en la exploración de un paciente con halitosis es muy importante tener en cuenta el estado de salud general y el estilo de vida, además de la situación oral y los hábitos de higiene.
Una vez identificada la causa, la solución consistirá en tratarla. Cuando la halitosis es de origen oral ayuda la realización de una limpieza dental profesional e instrucciones de higiene oral, incluyendo el cepillado de la lengua y un colutorio para disminuir la concentración de bacterias productoras del mal olor.